Los sueños suelen considerarse como un mundo aparte. Para la mayoría de las personas, representan un sitio de descontrol total, donde reinan el inconsciente, los fantasmas, los temores, la rebeldía y la completa irracionalidad. No los puedo controlar, nos decimos al mismo tiempo que nos consuela nuestra propia negación de su realidad.
Pero los sueños son reales como símbolos.
Los sueños reflejan en increíbles imágenes lo que nuestra limitada humanidad no puede expresar... o se niega a hacerlo.
Sin embargo, existen personas que han ido más allá. Conquistan los sueños lúcidos: superando ser tan sólo espectadores de su mundo onírico, logran ser conscientes de éste y consiguen crear dentro de él. Gente que transforma el entorno, que tiene la facultad de cambiar. Son capaces de visitar cualquier lugar a su antojo, de realizar actos sobre-humanos, de conocer personajes de cualquier época y naturaleza.
Domar la fiera de los sueños es la proeza de controlar la ansiedad propiamente humana, para llegar a un estado resplandeciente donde el inconsciente se postra a nuestro servicio.
Pero el cambio y la transformación no se limitan al mundo onírico. Además de los visionarios de sueños lúcidos, también hay individuos igualmente fascinantes que llevan su vida como un sueño. Ellos saben que en la vida diaria tampoco deben dejarse atrapar por un marco. La realidad cotidiana no es rígida, o no lo es más que en nuestra mente. La llamada "realidad" no es más que la forma en que YO pienso o represento al mundo. Ésta, no existe por si misma: segundo a segundo, yo creo mi realidad, ya sea placentera o fatídica, apasionante o tediosa.
De esta manera, también es posible transformar la realidad. Solo hace falta un cambio en nuestra mentalidad, una nueva sensación o llevar a cabo actos liberadores.
El dueto creador
Viktor&Rolf son un vivo ejemplo de lo que es vivir los sueños. Desafiando convenciones, jamás se detienen en su camino por crear nuevas realidades.
Juegan con la ambivalencia, con el contraste, con las proporciones. Todos estos son elementos constantes de su universo surrealista en el que las reglas del lujo son volteadas de cabeza, sin dejar de creer en la esperanza y la belleza. En ellos siempre se encuentra un trasfondo subversivo, provocativo, una elegancia inesperada e insólita.
Para ilustrar su talento, se puede recurrir a cualquier punto de su trayectoria, pero basta con ver sus más recientes creaciones:
La colección primavera/verano 2012, plagada de muñecas de tamaño humano, con prendas en las que las puntadas toman el papel protagónico por su inmenso tamaño, motivos rococó inundando los vestidos y saliendo de sus límites, olanes moviéndose orgullosos en vestidos de seda o tafetán... En fin, la exageración irónica de la femineidad y de los ideales fantásticos de toda niña.
Y también, su venturosa incursión al mundo de la ilustración, con una colección literaria (también producida por ellos) de 12 cuentos de hadas. ¿Habrá un género que mejor nos introduzca en su mundo de belleza surrealista?
Como ellos mismos dicen, es una manera más de expresar sus ideales. De transmitir la sensación de escape, ironía y fascinación.
También cuentan que de niños amaban los cuentos de hadas, pero que éstos siempre tenían personajes con moral cerrada, inalcanzable, recta y cliché. En cambio, el mensaje de V&R es que ser diferente, de cualquier forma, es algo bueno. Ellos quieren provocar que el público ponga en movimiento su imaginación, y abrir ventanas a nuevos mundos y posibilidades.
¿La moraleja del cuento?
Ya sea que elijas el mundo onírico o real, lo importante es no dejar de soñar, pero también, volvernos artífices de la realidad que tanto anhelamos.