démodé

Leer con calma:

"La música angelical no penetra los oídos vulgares. No está hecha la miel para la boca del asno. Resumiendo, es absurdo pedirle a los hombres que no sean como son."

"Es inconcebible que criaturas tan grandes como los humanos se asusten tanto y no sean capaces de recurrir a su superioridad y solucionar por la vía directa un problema tan insignificante. En lugar de eso, se enredan en una serie de conflictos interiores y de luchas con su propia voluntad."

"Las bestias, aunque sean hermosas, no dejan de ser bestias."

"Igual que la naturaleza rechaza el vacío, del mismo modo «los hombres aborrecen la igualdad», y para evitarla deben cubrir y empaquetar sus cuerpos con todo tipo de forros y ropas, que pasan a formar parte de ellos como si fueran sus huesos y sus pellejos."

"De todas las tribulaciones de la vida, el aburrimiento es la peor."

"Es evidente que una de las principales características del ser humano es la búsqueda incesante de motivos para reforzar la autoconfianza. Y hasta que no encuentran esos motivos, no se quedan ni tranquilos ni satisfechos. Los iletrados que no comprenden estos razonamientos y los que desesperan por no encontrar motivos suficientes para confiar en sus propias posibilidades, no desaprovechan la más minima oportunidad para demostrar su poder."

"Los poetas, si se caracterizan por algo, es precisamente por no llamar a las cosas por su nombre, y a la locura no le dicen locura. Por algún tipo de conspiración lírica, han acordado darle otro nombre, y por eso lo llaman «inspiración»."

"Las sombras se adhieren al objeto que las produce. Los que buscan la verdad dentro de sí mismos son más sabios y mejores personas que esos escolares que alardean de serlo por haber pasado por encima de Epicteto en sus clases."

"Un espejo es un instrumento destinado a fabricar engreimiento y , al mismo tiempo, un medio para eliminar todo rasgo de vanidad. Nada demuestra con mayor claridad lo absurdo y deforme que es cada cual."

"No hay nada más digno de respeto y admiración que la confesión que hace un idiota de su propia idiotez. Hasta los más soberbios están obligados a agachar la cabeza ante un idiota confeso, que puede llegar a ruborizarse de su triunfo o a reírse de la situación."

"Donde vemos humo, es que hay un fuego. Los ojos nublados son un signo inequívoco de un corazón nublado. Ese estado mental, llegado a un cierto punto, empieza a contagiarse a los sentidos."

Estas perspicaces observaciones se las debemos a un gato.
Sí, a un gato.

Son fruto de las peripecias que vive este gato al lado de una singular familia de clase media japonesa y sus llamativas amistades durante la era Meiji.

Protagonista de la novela de Natsume Sôseki, «Soy un Gato», este orgulloso felino no es menos que un filósofo que hace las más incisivas, ingeniosas y ácidas críticas hacia la sociedad burguesa de su época. Aunque, a decir verdad, son igual de efectivas para la sociedad actual.

Al gato no se le escapa nada, pasa por modas, costumbres, formas de pensar, comportamientos importados de occidente, etc. Y lo hace con un humor ácido que además de provocar sonrisas, inquieta y anima a la reflexión.

Una obra maestra que recomiendo ampliamente y que, afortunadamente, está siendo reeditada por varias editoriales.